domingo, 4 de enero de 2009

Amores obsesivos


A medida que pasaba el tiempo, me iba enamorando mas de Rodrigo*. Enamorando digo, no un simple “me gustas”, era mas que eso, mucho mas y yo lo sabia. Lo empezaba a llamar, a mandar mensajes cariñosos, a esperarlo todos los días en el chat. Esto sucedía a inicios de diciembre, época en la que estábamos en exámenes finales. Para el examen de ciencias, no estudie nada. Nada de química ni física y citología. Me sente desde las 11 de la mañana a esperar en el Messenger su regreso a el chat. Curiosamente pase ese año con honores, pero eso no es el tema. En fin, a él le empezaba a hartar, no me lo decía, pero si lo sentía (intuición femenina), sin embargo, eso hacía que me pegara mas a él. Empezaba a dejar a mis amigas atras por el. A ellas no les choco mucho pues como casi todas las chicas de mi colegio, menos yo tenían una especie de “amigas b”, es decir unas segundas amigas por si las primeras no podían cumplir con sus compromisos. Frio y raro, al menos para mi. Casi sin saberlo, ese amor se volvió una obsesión.
De pronto, solo lo veía a él. Solo pensaba en él. En los recreos, mientras él comía (su único defecto, pero pasaba) o andaba con sus amigos, yo me iba al baño a esperarlo. Sabia que a las 12:45 p.m. era mi hora para salir a buscarlo. A veces, cuando saliamos tarde al recreo y no lo encontraba, me iba al baño a llorar. La verdad es que con él, yo me sentía segura. Cuando hablaba con Rodrigo* no me importaba si era gorda o delgada. No podía escuchar los horribles comentarios de mis propias amigas. Comentarios que eran muy hirientes. Me decían cosas que a veces eran indirectas y otras directas. Claro, todos esos comentarios tenían que ver con el peso, mas específicamente, con el mio. Pero con él todo era diversion, alegria; como en la television. Nada podia salir mal. El me enseñaba lo que sabia de guitarra y piano. Yo prestaba muchísima atención con los ojos abiertos, aunque yo ya sabia todo eso y mas. Pero no me importaba, y a decir verdad no me acordaba nada de lo que sabia cuando estaba con el.
Todo era bellisimo, hasta que Daniela* vino. Daniela era mi mejor amiga, pero cuando empezo mi obsesion, ya no se juntaba conmigo, pues ella se iba a comer,y luego con sus amigas mas importantes que yo y su enamorado Alvaro*. Aj! No se que veia en él. Gordo, feo, antipatico. Lo unico bueno tal vez era que era popular. Pero bueno, mi mundo de pelicula se fue a la shit cuando volvio y empezo a andar con nosotros. El le enseñaba todo lo que ya me habia enseñado a mi. Hablaban de todo, pues yo solo tenia una clase con el, y ella todas. Hacian chistes locales, cosa que siempre odie que mme hicieran. Con ella yo me sentía amenazada. Lo peor era que ella era delgada, al menos decían eso, por que yo, ssinceramente la veía normal. Bueno, Daniela* se empeezo a juntar mas con nosotros. Mi mundo de perfeccion se fue al olvido cuando Rodrigo* empezó a preferirla a ella.

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